sábado, 7 de febrero de 2009

Regreso al blog


Acá va mi reporte: mucho reposo y un embarazo que se hace sentir. Anoche (en el ocaso de la semana 20=18 semanas del bebé en mi útero), las contracciones amenazaron otra vez. Mucho dolor y puntadas. Hoy me levanté como si hubiera construido, en un sólo día, una casa yo sola.

Quería compartir esta experiencia que me modifica por segunda vez. El lunes, en la ecografía que el médico evaluará el miércoles, pudimos ver los tres (Trini, Edgar y yo) que "el bebé" está bien. Y, sorprendidos, nos enteramos que es un varón. Ahora viene el desafío de elegirle un nombre y ponernos de acuerdo en familia. Si fue difícil consensuar Trinidad entre dos, no se imaginan lo que es acordar un nombre... ¡entre tres!

Ahora que mi vientre sirvió de nido de dos personitas, dimensiono la vida de mi abuela que posibilitó la vida de nueve.

Así que la familia se agranda y ahora (un mensaje para mi esposo): no hay pretextos para buscar en una tercera instancia al nene de la casa. Desde el 2 de febrero ya sabemos que en nuestro hogar habrá una princesa y un príncipe para reinarla. (Dejo de escribir porque ya me puse demasiado cursi).

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