Hidra
La humedad tropieza el hastío,
la hiedra helada sube
por el tapial y la vaca
indiferente
–con las patas en el agua–
come mariposas blancas.
Las cosquillas en el estómago
rumiante vaticinan el
hambre de la no–tierra.
Se pudren las alas
y crecen branquias.
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