jueves, 12 de marzo de 2009

Con el corazón estrujado

Mi papá se está haciendo unos estudios y estoy con el corazón en la mano. Quiero ser positiva, pero los paso a paso no vienen con las mejores noticias. Estoy esperando la falsa alarma, que no sea nada... La panza está en una contracción permanente y eso que no hago nada y me cuido al máximo. Ruego a Dios que el embarazo llegue a término.
Esto me puso a pensar en la importancia que mi viejo tiene para mí. Mi mamá también las pasó y las pasa todavía. Pero "el negro" tiene cáscara de cebolla. Jamás lo vi internado ni operado. Desde acá y hasta el cielo, toda la fuerza para él. Tengo miedo, me siento chiquita y pienso en mis dos tesoros (la flor y el capullo). Obvio, la culpa me oprime el pecho. Encima también tengo que hacerme estudios y controles y tengo la cabeza en suspenso.

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